lunes, 18 de julio de 2011

Soneto

SONETO

El poeta no muere, se desangra
Por sus ágiles dedos pierde vida
Ganándole a la pluma la partida
Recorriendo el papel con sus palabras

Como el ave fértil que el aire labra
Buscando el árbol que su amor anida
Así el poeta con su mano herida
Deja el rastro donde percute el alma

Los versos uno a uno van rimando
Vagones de ese tren que no descansa
Rosario de poemas destilando
Y en ojos, afiladas como lanzas
Se clavan letra a letra suspirando
Hasta que el soneto su fin alcanza

marzo/abril 2010

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