domingo, 2 de enero de 2011

Oda al tabaco (poema)


Desde hoy día 2 de enero de 2011, nadie lo duda, España comienza a ser más saludable. Las restricciones impuestas a los fumadores en casi todos los locales públicos de este país, harán mas limpios los lugares de reunión alrededor de un café o una copa.
Pero no es menos cierto que, también, a partir de hoy, España es menos libre. Un colectivo importante verá limitada una actividad individual que llena gran parte de su existencia y que sólo pretende, respetando a los que son objetores, la posibilidad de disponer de espacios de ocio donde seguir disfrutando de su, llamémosle, vicio suicida.
No dejaremos de censurar esta legislación que permite la adquisición de un producto, incluso incrementando sus puntos de venta, para después limitar su consumo condenándolo a la clandestinidad.
Dedico esta oda al tabaco, dando mi "insincera" enhorabuena a los que han ganado la batalla (espero que no la guerra). Los talibanes deben de estar orgullosos de su logro.
ODA AL TABACO

Ya sé que no esta bien cantar a un vicio
un vicio que ¡ya lo sé! Perjudica y mata
pero ¿quién no, alguna vez a la virtud asalta
cuando sin mirar se bordea un precipicio?

Letras de oro escritas en el frontispicio
de restaurantes, bares, clubes y tascas
sin olvidar otros ámbitos y otras plazas
¡Prohibido fumar! Y no es sólo un aviso

Quien lo incumpla, no se haga el novicio
que la dura ley que rige en esta España
ni la clemencia ni el perdón la empaña
¡se puede seguir fumando! ¡pero en presidio!

¿Tan difícil es mantener un equilibrio
entre fumadores y gente neutra, vana
que sólo ven en el  humo a la parca
haciendo de su resistencia un oficio?

¡Cómo no acompañar ese café “matutinio”
antes de empezar nuestra dura jornada
cuando apenas salido de la madrugada
se busca, con ansias, ese blanco cilindro!

Y la cerveza, ese otro amargo maleficio
según aquellos que sólo beben nada
¡como dejarla sola y no ir acompañada
del cigarro en la boca, sublime orificio!

Han puesto fecha, sin prórroga, los malditos
el dos de enero, cual etiqueta en una lata
para recordarnos a los inocentes fumatas
que abandonemos nuestro confesable vicio.

Como una puta apoyada en un quicio
fumaremos en las calles o en las casas
...en las casas donde no se corten alas
¡mejor ser niño huérfano en un hospicio!

Dejan fumar, sin embargo, sin ser delito
en cárceles donde el preso del tema pasa
¡estaría bueno!, dicen los de condena larga
a mi la ley me la paso....me importa un pito

Y también para locos está permitido
llenar de humo la locura que los marca
mejor dejar de ser cuerdos, ¡Virgen Santa!
que seguir siendo, como ahora, “clandestinios”

Y menos mal que por ley de estos indignos
no nos prohiben ¡Sólo eso haría falta!
Fumar tras ese momento en la cama
donde la guinda de un polvo es un pitillo

¿Cómo quedarán esos días de delirio
cuando los labios, sin ese beso de calma
pidan a tus manos ociosas y magras
el paquete que duerme en tu bolsillo?

¡Quién apagará la sed que yo preciso
cuando la nicotina sea historia pasada
reliquia de museos, de una era anciana
aquel placer que robamos a los indios!

¡Que nos fusilen si quieren ahora mismo!
¡que encadenen con hierros las gargantas!
pero..mientras haya muerte hay esperanza
¡Creo que se puede fumar en el Olimpo!

31 de diciembre de 2010

2 comentarios:

  1. Me ha encantao y el final es soberbio.
    Pero..mientras haya muerte hay esperanza
    ¡Creo que se puede fumar en el Olimpo!
    "mientras haya muerte hay esperanza", artista que eres un artista.

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  2. Genial, impresionante, esta oda tuya al tabaco, pero lo mejor, estoy de acuerdo con tu sobrino Gustavo, apoteósico final.
    Pero que no se entere mi Fátima, que te va a tirar de las orejas.

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